martes, octubre 10, 2006

El Tratamiento Asertivo Comunitario, una alternativa efectiva al Hospital Psiquiátrico.


Existe un grupo de personas que sufre enfermedades mentales que, tratados en la comunidad con equipos o centros de salud mental territoriales comunes, muestra inestabilidad recurrente en su conducta, estado psicopatológico y bienestar.
Los programas de Tratamiento Asertivo Comunitario (PTAC) constituyen la forma más efectiva de proporcionar atención comunitaria integral y continuada a estos pacientes, los mismos que antes eran seguros y perpetuos moradores de los hospitales psiquiátricos, para que en lugar de reducir su condición de personas a la de "crónicos" puedan alcanzar el máximo nivel de integración social, calidad de vida y de relaciones interpersonales y evitar las circunstancias de rechazo, marginación-exclusión social que tradicionalmente se han cernido como máximos riesgos de fracaso y sufrimiento añadido en las vidas de estos pacientes.

La puesta en marcha de los programas de TCA es consecuencia de la observación rigurosa y sistemática a lo largo de años de una experiencia de desinstitucionalización y despliegue de nuevos servicios de salud mental comunitaria: la experiencia original tuvo lugar en el hospital público de Madison, en el condado de Dane, en Wisconsin (Marx, Test y Stein, 1973, Test y Stein, 1978, Stein y Test, 1980). Según la observación de estos autores, la precaria adaptación social y la tendencia al reingreso de los pacientes crónicos-graves, no es una consecuencia directa e ineludible del trastorno que sufren, sino más bien del descuido en el plan de tratamiento de alguno de los siguientes aspectos: (i) necesidades básicas de cualquier individuo: alimentación, alojamiento, atención médica general, acceso a recursos materiales elementales; (ii) habilidades para responder a las demandas de la vida comunitaria, como usar el transporte público, administrar un presupuesto doméstico o saber cocinar una alimentación básica (abilidades que sólo es posible “rehabilitar en vivo”, sobre el terreno en que han de ser ejercidas); y (iii) motivación para perseverar en intentar mantenerse implicados en la vida.
Como se ve, son temas simples, pero que exigen una dotación de técnicos y profesionales en el espacio comunitario concreto. Estos equipos son sustentables económicamente cuando la opción verdadera es incluir a los pacientes mentales tan legítimamente como otros que presentan otro tipo de problemas de salud.Son efectivos técnicamente cuando se articulan en una red de servicios integrada.
Respetado la distribución de presupuestos según necesidades de los pacientes, y en aquellos procesos en que los recursos han acompañado a los pacientes (“del hospital al área”) se ha avanzado con éxito en procesos de desinstitucionalización. En la práctica son tan importantes los recursos disponibles como el modo en que se produce el despliegue de los dispositivos.
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